El temporal que azotó Baleares el pasado 15 de agosto ha dejado importantes consecuencias, pero también valiosas lecciones para el sector náutico y quienes dependen del mar. Decenas de embarcaciones fueron afectadas, y muchas de ellas arrastradas hasta la orilla provocándoles serios daños, incluso en algunos casos, su destrucción.
Una vez más la fuerza de la naturaleza nos viene a recordar la necesidad de prepararnos adecuadamente ante estos fenómenos.
Con el paso de las semanas, se ha restaurado la normalidad, pero este evento nos invita a reflexionar sobre cómo abordar futuros desafíos.
La magnitud del temporal demostró que incluso las embarcaciones más grandes, como el yate de 31 metros que terminó varado en Palma, no están exentas de riesgos durante episodios climáticos extremos.
Desde hace unos años, vemos que fenómenos como este, han dejado de ser episodios aislados, formando parte de una nueva realidad climática cada vez más volátil.
Ante un entorno donde los fenómenos meteorológicos extremos se hacen más frecuentes, el enfoque debe centrarse en la prevención, no solo desde el punto de vista náutico, sino también en términos de las coberturas de seguros con las que contamos ante cualquier eventualidad.
Contar con la protección adecuada, supone marcar la diferencia entre una rápida recuperación o tener que enfrentase a dificultades inesperadas.
El papel del seguro náutico en la nueva era climática es importante.
Las Aseguradoras deben continuar innovando respecto a las coberturas que ofrecen, teniendo en cuenta que estos fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más comunes y devastadores.
En Coyfer estamos comprometidos con nuestros clientes ofreciéndoles la protección que precisan, también en este ámbito.
Disponemos de una amplia oferta para el Aseguramiento de las embarcaciones de nuestros clientes.
Nuestro objetivo siempre es la salvaguarda de sus intereses, ofreciendo productos a medida, y una rápida capacidad de respuesta en caso de siniestro.